Unas de mis vistas favoritas de Barcelona son las que uno tiene desde la terraza del centro comercial Arenas, en Plaza España. En consecuencia, los restaurantes que alberga son una delicia para el paladar y también para la vista.
Uno de los que más hemos visitado porque cuando David y yo no sabemos donde ir a comer, siempre se nos antoja sushi es Watatsumi.
¿Dónde está?
Como ya he mencionado anteriormente, encontramos Watatsumi en el Centro Comercial Arenas, en la última planta, en la terraza.
¿Cómo es la decoración?
Muy marinera. Las paredes son eminentemente de tonalidades azules y con motivos marinos que, aunque no están mal del todo y están armonizadas, a mi me parece demasiado dirigida a los turistas. Pero son gustos personales.
¿Cuándo fuimos?
La última vez que fuimos, y de la que os hablo en este post, era un sábado al mediodía y en el que además diluviaba.
Lo cierto es que el restaurante no es demasiado íntimo, las mesas estás bastante pegadas entre si (pero a mí me gusta enterarme de todo, no se lo digáis a nadie) y el nivel de ruido puede ser un poco elevado. Aún así, considero que cuando uno va a un restaurante que está en un centro comercial ya asume que va a ser así.
¿Qué comimos?
Empezamos compartiendo unos Ebi Gyoza (de verduras y langostinos) porque es nuestro plato para compartir favorito. Estaban bastante buenos aunque quizás me hubiesen gustado un poquito más crujientes.
Después, y porque hacía un frío inusual y nos había pillado a desmano, pedimos dos sopas Somen, con fideos finos en caldo de verduras, wakame y cebolleta. Nos encantó su sabor, era intenso pero no demasiado cargante.
Después yo pedí unos Ao Nagoya Roll, unos uramaki rellenos de langostinos rebozados con panko envuelto en atún ligeramente picante y recubiertos de aguacate, cebolla crujiente con salsa sésamo trufada. Estaban deliciosos, me encantaron y las diferentes texturas que lo conforman le dan un toque muy especial.
David pidió unos uramaki Ebi Tempura, con langostino en tempura con aguacate. Le gustó mucho aunque, como tiene esta cabeza y capacidad de atención, no leyó que llevaba queso crema y claro, siendo él intolerante a la lactosa el pobre lo pasó un poco mal. Aún así, como la cantidad era pequeña, pudo disfrutar de sus uramaki tranquilamente. Pero ¡moraleja! Leed bien la carta y los ingredientes de los platos que queráis pedir.
Y…¿cómo está de precio?
Todo lo que comimos más dos copas de vino y una botellita de agua con gas nos costó 49,05€.
Valoración global
Watatsumi nos gusta. Puede que no sea el mejor restaurante de la ciudad para comer sushi, pero sin duda, es una opción que siempre elegimos si nos entra el antojo de sushi después de ir al cine en el mismo centro comercial.
El producto está bien, la elaboración del mismo es buena también y el precio no nos parece extremadamente desorbitado, aunque como siempre, se puede hacer de más y de menos.
Si estáis por la zona y no podéis evitar sentir la llamada del sushi, probad Watatsumi. Os gustará lo que comáis y os enamorarán las vistas.
Teresa
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