La Mari Ollero. Vermut de calidad en Barcelona.

Somos vermuteros.

Tanto fuera como en casa, lo tomamos casi cada domingo.

Por eso nos emociona descubrir lugares con encanto donde poder tomarlo y con esa excusa fuimos a conocer La Mari Ollero.

¿Dónde está?

Encontramos La Mari Ollero en la calle Calabria 5, muy cerca de la parada de metro Poble Sec.

¿Cómo es la decoración?

Es una mezcla entre rústica e industrial. Además, en las estanterías que tienen en las paredes tienen un montón de latas y productos típicos de vermut, lo que le da un encanto especial.

¿Cómo nos atendieron?

Fenomenal. La chica que nos atendió fue muy amable, nos explicó los platos que había fuera de carta y nos hizo muy buenas recomendaciones.

¿Qué comimos?

Como había un montón de platos en la carta que nos apetecía probar, decidimos pedir varios para poder compartir y picotear.

Empezamos con unas patatas bravas, porque somos así, si las vemos en una carta las tenemos que pedir. Estaban muy buenas porque las hacen con patatas pequeñitas casi enteras y la salsa no era ni demasiado suave ni demasiado picante.

Seguimos con una ensaladilla rusa, que ahora en verano siempre nos apetece un montón. La de aquí estaba buenísima y se notaba que era casera por el sabor tan auténtico que tenía.

Pedimos también una coca de escalivada. Espectacular. Creo que fue mi plato favorito de los que pedimos. Estaba deliciosa, los sabores eran muy intensos y juntamente con el del pan, que era casero, daban un espectáculo gustativo.

Siguiendo la línia de las verduras a la brasa, pedimos la berenjena asada con romesco. Estaba riquísima. La textura era ideal, muy blandita, y la combinación con el sabor de la salsa romesco (que es una de nuestras favoritas) era fantástica.

David remató con el lechón al horno. Según él, estaba riquísimo, la carne muy sabrosa y muy tierna. Yo no os puedo decir porque no como este tipo de carnes.

Y para terminar, ya que estábamos aún de vacaciones y nos quisimos dar el capricho, pedimos unos postres caseros que estaban espectacular ambos. David pidió el chocolate de bollo con pan de chocolate y sal, y yo pedí la crema catalana.

Y… ¿cómo está de precio?

Al reservar mediante El Tenedor con un 30% de descuento, lo que comimos más algunos vermuts nos costó 42€.

Valoración global

La Mari Ollero nos encantó.

La comida que ofrecen en su carta, al menos la que probamos nosotros, es una delícia, por el local tan bonito y por la magnífica atención que nos dieron.

Ideal para ir en un grupito pequeño y picotear para probar varios platos mientras vais tomando unos vermuts, que al final es la gracia del asunto.

Repetiremos seguro por todo lo mencionado anteriormente y porque nos queda a un tiro de piedra.

Teresa

Bestial. Cocina con vistas al mar en Barcelona.

Como persona que ha nacido en un lugar con mar, siento siempre la necesidad de buscarlo, de verlo, de olerlo. Y qué decir, comer con vistas al mar, aunque sea el de una playa masificada, siempre me reconforta el alma.

Por eso hoy os traigo Bestial, un restaurante que, pese a estar en una zona bastante turística, ofrece buena comida y un ambiente playero y relajado.

¿Dónde está?

Encontramos Bestial en calle Ramón Trias Fargas 2-4, cerca de la parada de metro Ciutadella Vila Olímpica.

¿Cómo es la decoración?

Lo que son los elementos decorativos en sí, son muy sencillos, dándole al local un toque muy natural, con tonos verdes y en madera que combinan a la perfección con la vegetación que hay que en el restaurante. La principal decoración que tiene es el mar, la playa.

¿Cómo nos trataron?

Muy bien. Fueron bastante atentos y muy agradables.

¿Qué comimos?

Empezamos compartiendo unos calamares a la andaluza. Estaban muy ricos, el rebozado era muy fino con lo cual no resultaron para nada pesados y la salsa que les acompañaba tenía un sabor muy suave y refrescante. El plato ideal para picotear algo antes de los platos principales.

Como plato principal decidimos pedir un arroz con butifarra de Calaf, setas y espárragos. Un espectáculo de plato que hay que probar. Tenía un sabor increíble y la jugosidad óptima, al menos para mí.

Para terminar, como ya habíamos comido bastante decidimos compartir unas trufas deliciosas que siempre son la guinda ideal.

Y… ¿cómo está de precio?

Todo lo que comimos más una botella de vino nos costó 88€.

Valoración global

Era la segunda que íbamos a Bestial, lo cual quiere decir que algo nos debió gustar ¿no?

Bromas aparte, Bestial es un restaurante que nos gusta bastante por la comida de calidad que ofrece y porque está cerca de la playa.

Uno podría pensar que es un sitio enfocado al turismo y que van a encontrar una calidad mediocre a precios desorbitados, pero nada más lejos de la realidad. No es un restaurante al que ir cada fin de semana, pero en mi opinión la relación calidad precio es muy buena.

Ideal para ir con família o en pareja y disfrutar de un día soleado en la terraza.

Teresa

Crudo Bar. Delicias del mar en Barcelona.

¿Cuántas veces habré empezado un post diciendo que los restaurantes inesperados acaban siendo los mejores?

Muchas. Y el restaurante que descubrimos hoy, Crudo Bar, es uno de esos casos.

¿Dónde está?

Encontramos Crudo Bar en Gran Via de les Corts Catalanes 654, cerca de la parada de metro Passeig de Gràcia.

¿Cómo es la decoración?

Bastante sencilla, con toques marineros, que transmiten calma.

¿Cómo nos atendieron?

Todo el personal que nos atendió fue muy amable y simpático.

¿Qué comimos?

Empezamos compartiendo un ceviche mixto, porque en plena ola de calor nos apetecía algo fresco. Éste llevaba corvina, pulpo y gambas. Estaba riquísmo y con una mezcla de sabores muy refrescante y deliciosa.

David, por supuesto, pidió una ostra ya que hacía mucho que no comía ninguna. Le encantó.

Como plato principal, David pidió el salmón con arroz y salsa de curry a la naranja. Muy sabroso, con ese punto exótico y picante que a él le gusta tanto.

Yo pedí el tataki de atún con ajoblanco de frutos secos. Estaba espectacular y la combinación de sabores era increible. De los mejores que he probado

Y… ¿cómo está de precio?

Todo lo que comimos más una botella de vino nos costó 71,85€.

Valoración global

Crudo Bar nos ha gustado mucho, por el producto de calidad que ofrecen y por la elaboración de los platos.

Es un sitio ideal para ir en pareja o con un grupo reducido, pero desde luego, para ir con personas a las que les gusten los productos del mar.

Nosotros repetiremos seguro a probar muchos más plato.

Teresa

El Sueño. Cocina deliciosa con vistas en Barcelona.

No llevamos ni un mes de verano y ya hemos tenido 2 olas de calor. Con este panorama, es normal que estemos todos buscando terrazas y sitios con encanto y frescos para hacerlo más llevadero.

Hace unos días, fuimos al rooftop del hotel The Serras donde se ubica el restaurante El Sueño.

¿Dónde está?

Encontramos El Sueño en Passeig de Colom 9, cerca de la parada de metro Barceloneta.

¿Cómo es la decoración?

Toda es con elementos de madera y mimbre, muy orgánica. Pero sin duda, la mejor decoración de la terraza son las increíbles vistas del puerto de Barcelona que se ven desde allí.

¿Cómo nos atendieron?

Muy bien, de manera muy rápida y siempre con una sonrisa.

¿Qué comimos?

Empezamos compartiendo un duo de hummus con crudités y picos. Riquísimos, presentados de tal manera que los distintos tipos de hummus iban apareciendo uno debajo del otro, y con una textura y un sabor muy artesanal.

También compartimos unas patatas bravas. Muy buenas, con un toque picante pero sin resultar molesto.

Como plato principal, David pidió el pulpo a la brasa con patata, jamón de jabugo, pimentón y mayonesa picante. Estaba delicioso y le encantó la combinación del pulpo con el jamón que le daba un sabor intenso y original.

Yo pedí el ceviche de pescado blanco, mango, aguacate, cilantro y ají. Muy rico y, sobre todo, refrescante gracias a la combinación de sabores.

Para terminar, compartimos un postre, la coca «mal feta» con chocolate y sorbete de mandaria. Deliciosa. Nos dió la dosis de dulce que buscábamos pero sin resultar muy pesada.

Y… ¿cómo está de precio?

Todo lo que comimos más dos cocktails nos costó 88,5€.

Valoración global

El Sueño nos ha gustado mucho. Por la comida que ofrece, que es deliciosa, y principalmente por las maravillosas vistas que uno puede disfrutar desde allí.

Ideal para ir en pareja a celebrar alguna ocasión especial o darse un homenaje bien merecido.

Teresa

Born Voraz. Tapas sencillas pero efectivas en Barcelona.

Hay días, y en verano aún más porque el calor nos tiene las neuronas fritas, en los que a uno se le terminan las ideas sobre sitios para ir a cenar. Y en esos días, tener una lista de lugares sencillos pero que ofrecen comida rica para no tener que preocuparnos por eso. Y este sábado pasado descubrimos un lugar que podría pasar a formar parte de esa lista.

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¿Dónde está?

Encontramos Born Voraz en la calle Princesa 33, cerca de la parada de metro Jaume I.

¿Cómo es la decoración?

Nada en especial. La típica decoración de bar de tapas, sin nada llamativo pero muy correcta.

¿Cómo nos atendieron?

Bien. Muy rápido y muy amablemente.

¿Qué comimos?

Fuimos un grupo de 4 personas así que decidimos pedir varias tapas para poder compartir y probar más platos.

Pedimos unos pimientos del padrón y unas alcachofas a la andaluza, ambos platos muy sencillos pero muy buenos e ideales para empezar a picotear. También pedimos unas berenjenas fritas con miel deliciosas, poco crujientes para mi gusto, pero deliciosas; y unos calamares a la andaluza muy ricos sin complicaciones añadidas.

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Comimos también unos buñuelos Thai a base de verduras y con una salsa ligeramente picante. Riquísimos, de hecho, pedimos 2 raciones de ellos porque nos gustaron mucho.

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Compartimos también el pulpo a la brasa. Muy tierno, con una salsa deliciosa. Muy recomendable si os gusta el producto.

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Terminamos con el tataki de atún con aguacate. Delicioso, cocinado al punto y con un sabor espectacular.

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Y… ¿cómo está de precio?

Todo lo que comimos más unas cervezas y unas copas de vino nos costó 62,85€ con el 30% de descuento por haber reservado con El Tenedor.

Valoración global

Quizás no seria el restaurante más espectacular que he visitado pero, como he dicho al principio, es un sitio fantástico para tomar unas tapas y compartirlas con una buena conversación.

Ideal para ir con amigos y pasar un rato largo charlando, riendo y disfrutando de buena comida, sencilla, sin complicaciones, pero buena.

Teresa

Belliny. Brunch informal con aires tropicales en Barcelona.

No es ningún secreto a estas alturas, que el brunch me parece un gran invento. Así que este pasado fin de semana, fuimos a descubrir Belliny, un nuevo sitio en el que disfrutar de él.

¿Dónde está?

Encontramos Belliny en Gran Via de les Corts Catalanes 555, entre las paradas de metro Urgell y Universitat.

¿Cómo es la decoración?

Tropical pero elegante. Con toques verdes con estampados de grandes hojas de palmera y con elementos dorados y de madera que le dan un aire más elegante y un poco vintage.

¿Cómo nos atendieron?

Muy bien y, principalmente, muy rápido.

¿Qué comimos?

Al llegar, la camarera nos informó que además de la carta, tenían un menú de brunch que incluía un plato principal (a elegir entre 6 opciones), 2 bebidas (un café y un zumo, un bellini o una mimosa) y un postre a elegir entre 2 opciones.

La verdad es que nos pareció muy buena idea y como los platos que nos habían llamado la atención de la carta entraban en el menú, nos decidimos por esa opción.

Como plato principal, David pidió el desayuno americano que consistía en 2 huevos fritos, bacon, patata frita y pan con mantequilla y mermelada. La verdad es que era un plato que no tenía mucha complicación aparente, aunque hay que destacar que el bacon y los huevos estaban en su punto justo. A él le gustó mucho.

Yo, como no, pedí unos huevos Benedict, porque me apasionan. En Belliny pedí los Barcelona que como peculiaridad llevaban tomate, mozzarella y pesto, otra de mis cosas favoritas en el mundo. Lo cierto es que estaban riquísimos, con un toque de sabor diferente al que estamos acostumbrados pero delicioso y completamente en su punto.

De postre, ambos pedimos la tentación de chocolate. Sinceramente, yo la pedí porque no me la iba a comer y a David era lo que más le apetecía, así que se la comería él. Pero cuando llegó a la mesa y la probé, no me pude resistir y terminé comiendola toda. Era una deliciosa e intensa mezcla de brownie (sin nueces, lo cual es muy importante para mí ya que no me entusiasman) y coulant. Hay que probarla para descubrir el fantástico sabor.

Y… ¿cómo está de precio?

Cada menú costaba 16,9€ por lo que todo nos salió por 33,8€.

Valoración global

Belliny nos gustó mucho. Principalmente porque nunca habíamos conocido un sitio en el que ofrecieran un menú con brunch y eso nos sorprendió (seguramente hay más que ofrezcan esta opción pero no tenemos el placer).

Además los platos están deliciosos y son los clásicos del brunch por lo que no decepcionan.

Ideal para ir con amigos un domingo soleado a pasar un buen rato y comer bien.

Teresa

La Botiga. Cocina mediterránea con vistas en Barcelona

Desde hace 5 años, casi cada vez que vamos al cine, vamos al del centro comercial Arenas de Barcelona. Porque nos hemos acostumbrado y porque queda a mitad de camino (literal) entre nuestras casas.

Muchas de esas veces, al salir queremos cenar o antes de la sesión nos apetece comer algo. Y lo cierto es que siempre íbamos al mismo sitio (Watatsumi, podéis leer el post aquí y nos sigue encantando), pero hemos decidido que tenemos que probar más restaurantes y aprovechar la variedad que hay.

Por eso, el fin de semana pasado fuimos a ver Aladdín y a comer a La Botiga.

¿Dónde está?

Como ya he mencionado anteriormente, encontramos La Botiga en el Centro Comercial Arenas de Barcelona, cerca de la parada del metro Espanya.

¿Cómo es la decoración?

Muy sencilla, con toques rústicos y bastante acogedora, aunque no sea el aspecto que más destaca del restaurante.

¿Cómo nos atendieron?

Bastante bien. Todo el personal fue muy amable y atento.

¿Qué comimos?

Cuando nos trajeron las cartas, vimos que tenían opción de menú de fin de semana y nos decidimos por esa opción.

De primero, David pidió los huevos estrellados con patatas fritas y virutas de jamón ibérico. Riquísimos y con el sabor intenso característico.

Yo en cambio pedí la ensalada de tartar de tomate del Maresme con virutas de bonito y cebolla. Más ligero pero un sabor espectacular. ¡Qué gusto comer buen tomate!

De segundo, David pidió los calamares a la plancha con gracia. Muy buenos pero resulta que la gracia era una especie de risotto y claro, cuando uno es intolerante a la lactosa que no le avisen, mucha gracia, no hace.

Yo pedí el atún a la plancha con dados de aguacate y tomate para seguir con la tónica saludable, y la verdad es que me encantó. El atún estaba en el punto que lo pedí y el tomate y el aguacate le aportaban jugosidad, que ya sabemos que a veces cuesta encontrar en el atún cocinado. Un plato ligero pero sabroso y atractivo.

También comimos un postre de chocolate que entraba en el menú que devoramos y no pudimos sacar foto.

Y… ¿cómo está de precio?

Los 2 menús que comimos más un café solo nos costó 39,25€.

Valoración global

Nos ha gustado mucho. No nos esperábamos que nos fuera a gustar tanto y lo cierto es que nos sorprendió gratamente.

Por la sencillez de la comida que ofrecen, porque no buscan grandes innovaciones sino producto de siempre, bien cocinado y con los sabores que le corresponden; y eso es algo que a veces cuesta encontrar y que se pierde en mil filigranas.

Un restaurante ideal para cualquier ocasión y al que, casi seguro, que volveremos la próxima vez que vayamos al cine.

Teresa

Chicha Limoná. Cocina variada y deliciosa en Barcelona.

Teníamos Chicha Limoná en nuestra lista de restaurantes pendientes desde hacía demasiado tiempo. Y como la vida es caprichosa, hasta hace unos días no habíamos podido ir. Pero ya nos hemos quitado el gusanillo y aquí vengo a contaros lo que nos pareció.

¿Dónde está?

Encontramos Chicha Limoná en Passeig de Sant Joan 80, cerca de las paradas de metro Tetuán y Girona.

¿Cómo es la decoración?

Rústica pero muy chic, muy romántica y delicada. Los elementos de madera, los jarrones de cristal antiguo, las flores de colores pastel…le dan un aire muy acogedor y encantador.

¿Cómo nos trataron?

Muy bien. El personal que nos atendió fue bastante amable, a pesar de que a medida que iba avanzando la noche se iba llenando el local y estaban más ajetreados.

¿Qué comimos?

Empezamos compartiendo un hummus, riquísimo y muy auténtico, aunque nos lo sirvieron demasiado frío para mi gusto. Iba acompañado de un pan igualmente delicioso.

Compartimos también unas patatas bravas deliciosas. La salsa picante lo era bastante pero no insoportable y la que no picaba era muy suave pero sabrosa.

Después cada uno pidió su plato principal. David eligió unos fideos negros con espuma de all i oli y cangrejo blando en tempura. Estaba espectacular de sabor. Muy recomendable para los amantes de la fideuá negra de toda la vida pero con un giro, en esta ocasión.

Yo pedí el ceviche de corvina y langostinos con granizado de ají y langostinos. Delicioso. Lo cierto es que cada vez soy más fan de los ceviches en todas sus variedades y ahora que empieza el calor, apetecen mucho por lo refrescantes que resultan. Éste estaba delicioso, con un toque picante sin resultar molesto y con una mezcla de sabores muy equilibrados.

Y… ¿cómo está de precio?

Todo lo que comimos más una botella de vino nos costó 58€.

Valoración global

Nos ha gustado mucho, sobretodo por la cocina que ofrecen. Son platos sencillos pero muy bien elaborados y todos con algún toque sorprendente.

Una carta sin pretensiones en la que todo el mundo seguramente encontrará el plato perfecto.

Un lugar ideal tanto para ir en pareja de manera informal o con un grupo pequeño de amigos. Repetiremos seguro.

Teresa

Canta y no llores. Tacos deliciosos en Barcelona.

Que nos apasiona la comida mexicana no es ninguna novedad. Por eso cuando, por el medio que sea, descubrimos un nuevo restaurante mexicano, allá que vamos.

Y allá que fuimos a la taquería Canta y no llores.

¿Dónde está?

Encontramos Canta y no llores en la calle Princesa 53, cerca de la parada de metro Arc de Triomf, al lado del Parc de la Ciutadella.

¿Cómo es la decoración?

Básicamente industrial con toque mexicanos muy llamativos, como máscaras de lucha, muñecos, etc.

¿Cómo nos trataron?

Muy amablamente. Les preguntamos varias dudas sobre la carta y nos las aclararon detalladamente y nos explicaron todo muy bien.

¿Qué comimos?

Empezamos compartiendo un guacamole con totopos. Porque si está en la carta, teníamos que pedirlo. Estaba riquísimo, era muy natural y comiéndolo encontramos buenos trozos de aguacate, cosa que nos encantó.

Después, decidimos pedir varios tipos de tacos para poder probar más variedades de la carta (aunque nos quedaron muchos pendientes).

Éstos se pueden pedir en platos de 2 unidades o de 3. Nosotros pedimos tres platos de 2 tacos. Las variedades que probamos fueron:

  • Pastor: con achiote, chiles y carne de cerdo con cebolla, cilantro y piña asada.
  • Cochinita pibil: de presa ibérica en achiote, sofrito de tomate y chiles guisada lentamente y terminado con cebolla encurtida.
  • Pollo en mole: de mole hecho a base de chile, frutos secos y chocolate.

Todos estaban deliciosos. La carne, en todos los casos, estaba completamente en su punto y muy bien integrada con los demás ingredientes; dando como resultado sabor muy intenso.

A David le fascinaron los de mole, deliciosos pero para mí demasiado picantes; y yo quedé enamorada de los tacos al pastor por su sabor tan especial y lo buenísima que estaba la carne.

Y… ¿cómo está de precio?

Como habíamos reservado por El Tenedor con el 50% de descuento, todo lo que comimos más dos margaritas nos costó 26,75€

Valoración global

Salimos de Canta y no llores encantados y ya con ganas de volver.

Nos enamoró la calidad de la comida, lo auténtica que es y que la sirven y la presentan sin pretensiones extrañas.

Ideal para cualquier ocasión informal con gente cercana para compartir varios tacos y pasarlo bien.

Teresa